jueves, 1 de noviembre de 2007

Hablando de estrés... ¿cómo manejar el estrés con tres niños en casa?

Los dos últimos días fueron estresantes.

El martes fui a comprar las últimas cosas que necesitaba para el disfraz de mi hija para Halloween y en la tarde comenzamos a hacer galletas para que lleve al a escuela al día siguiente, precisamente para la fiesta de Halloween.

Estaba decidida a no comprar galletas en la tienda sino a hacerlas yo misma con la ayuda de mi hija quien, por cierto, tiene 5 años. Por alguna razón tomé la (mala) decisión de hacer también muffins porque tenía moras que no quería que se malogren. Bueno, hacerlos no fue la mala decisión, sino hacerlos ese mismo día, y antes que las galletas.

¿Resultado? estrés total.

Entre dar de lactar cada media hora y prepararle comida a mis otros dos hijos, me di cuenta que no iba a poder manejar todo. Felizmente llegó mi esposo y pudo encargarse de bañar al bebe.

Bueno, teniendo en cuenta que estuvo llorando todo ese rato, mmmm, como que no fue el gran alivio después de todo. Pero era demasiado tarde para dar marcha atrás. Después de todo, también tenía que terminar de hacer el disfraz para el bebe.

Así queeeee, simplemente asumí mis limitaciones y tomé varias decisiones.

Para comenzar, no iba a hornear todas las galletas que salen con la masa. Además, sólo podía hornear un máximo de 12 a la vez (entre cortarlas y acomodarlas en el molde, nunca pude tener más). Guardé un poco menos de la mitad de la masa en la refrigeradora y mañana las voy a hornear porque puedo separar más tiempo para hacer más galletas a la vez.

Segundo, como las galletas tenían que estar listas antes de las 11:30 a.m. del miércoles, decidí decorarlas dos horas antes de llevarlas.

Tercero, asumí que me iba a quedar despierta un par de horas más de lo normal para terminar el disfraz del bebe una vez que las galletas estuvieran fuera del horno y todos los niños estuvieran en la cama.

Cuando tomé todas estas decisiones, todo se hizo más fácil. Si, todavía tenía varias cosas por delante; pero asumir mis limitaciones y actuar de acuerdo a ellas me ayuda mucho a relajarme.

Aceptar que no puedo ser Super mamá el 100% del tiempo también es bueno para mi. A veces pierdo la paciencia rápidamente con los niños cuando estoy bajo estrés y después termino sintiéndome mal. Así que antes de llegar al límite, me detuve, respiré, pensé y tracé un plan.

Ayer no estuvo tan mal, sólo lleno de actividades. Pero esta vez estuve más preparada para saber lo que venía y tenía un plan B, sólo por si acaso.

Los eventos más importantes eran el desfile de Halloween en la escuela, el entrenamiento de fútbol de mi hijo mayor y al final salir para hacer Truco o Dulce en el vecindario.

Al final del día los niños estuvieron felices con los dulces que recibieron y fueron a dormir unos 40 minutos más tarde. Total, era un día especial. Ahora, cómo controlar el flujo de azúcar y golosinas en sus dietas, es otro tema.

Hasta la próxima, manténte en salud.
Angélica


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