viernes, 14 de mayo de 2010

Tres beneficios de una buena postura (uno de ellos es lucir más delgada)

¿Tu mamá te insistía de pequeño que debías pararte bien o sentarte bien? ¿Te recordaba constantemente que tenías que tener una buena postura? Mi mamá lo sigue haciendo.

Bueno, resulta que no estaba equivocada. Hace poco leí en una revista que nuestras mamás tenían razón en hacerlo por diversos motivos.

Investigué un poquito más sobre los beneficios de una buena postura y escogí tres de ellos para compartir. Espero sean suficientes para motivarte a conservar o adoptar una buena postura:

1. Una buena postura fortalece los abdominales y la espalda. Si haces ejercicios abdominales pero después estás mal parada o sentada, es como si no hubieras hecho nada. Si quieres ver el resultado de tu esfuerzo, presta atención a cómo está tu postura durante el día. Distribuye tu peso equitativamente en los dos pies y mantén tu espalda recta pero no rígida.

2. Una buena postura ayuda a que tu cuerpo cumpla sus funciones vitales adecuadamente. Cuando los órganos están en su sitio pueden trabajar mejor. Puedes notar un cambio en tu respiración, por ejemplo, porque los pulmones no están presionados. Tu digestión puede mejorar. También puede ayudarte a reducir dolores de cuello y espalda.


3. Una buena postura te hace ver más delgada. Una vez vi en uno de esos programas de moda que cuando te paras derecha, reduces automáticamente dos kilos. No significa que los pierdes sino que tu apariencia es más delgada. Compruébalo tú misma mirándote en el espejo. A veces mi esposo y yo bromeamos que algunas fotos de “antes” y “después” de hacer alguna dieta es simplemente la persona parándose derecha.

Tener una buena postura no significa adoptar posición militar: “¡Saca pecho, mete barriga!”. Los hombros deben estar relajados, un poco hacia atrás, los abdominales deben estar contraídos naturalmente (sin “sumirte”) para sostener la espalda y la pelvis debe estar en posición neutra (no “sacando trasero”).

Para ayudarte a tener una buena postura intenta respirar hacia arriba en vez de inflar la barriga. Al principio se te puede hacer raro y hasta te puede doler un poco la espalda. Eso me pasó a mí cuando comencé a hacerlo; pero pronto me acostumbré y se hizo natural. Y siento que me ha ayudado a fortalecer mis abdominales.

Hasta la próxima, mantén una buena postura y a tu familia sana,
Angélica


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